domingo, 18 de agosto de 2013

Cartero

¿Por qué me gusta Charles Bukowski?


La primera vez que uno lee a Charles Bukowski es inevitable tener la sensación de que le están tomando el pelo. No cabe en la cabeza que esa forma de escribir tan simple, directa, en ocasiones burda y hasta escatológica pueda ser considerada literatura, incluso literatura de culto.

La primera vez que uno lee a Bukowski le parece que cualquiera puede escribir como él. Sólo hace falta inventar un personaje miserable, un rebelde sin causa, y limitarse a narrar una serie de aventuras salpicadas de alcohol y de sexo. Cuanto más alcohol y más sexo, mucho mejor.

Sin embargo, la primera vez que se lee a Bukowski, uno se sorprende porque no puede dejar de leer y porque acaba siendo seducido inevitablemente por Henry Chinaski, ese antihéroe patético y perdedor, el supuesto álter ego del propio Bukowski, protagonista indiscutible de algunas de sus novelas. Y es cuando se termina el libro, cuando uno se cabrea consigo mismo por haber disfrutado terriblemente con su lectura.

El sentido común nos grita indignado que ninguno de los textos de Charles Bukowski merecería ser publicado, pero sin esos textos siempre habría una parte de nuestra naturaleza humana, la que está cargada de miserias y fracasos, que no tendría una respuesta. El trabajo de Bukowski —por llamarlo de alguna forma— revela nuestra peor condición, lo patética que puede ser y es en ocasiones nuestra vida, y de cómo rebelarse al mundo con desidia y pasotismo.

Cartero, la primera novela de Bukowski, nos cuenta la experiencia autobiográfica del autor durante los doce años que trabajó en la oficina de correos, con todas sus dificultades físicas y psicológicas. Lo bueno de tener un trabajo miserable es que uno arriesga muy poco cuando decide dejarlo. Por eso no sé si tildar de cobarde o valiente la decisión de dejar a sus 49 años su patética carrera profesional para dedicarse a escribir una novela. Así surgió Cartero. El editor John Martin (de Black Sparrow Press) le ofreció un sueldo vitalicio que era justamente la mitad de lo que cobraba en la oficina de correos por abandonar su profesión y dedicarse plenamente a la escritura. Un mes después el ya escritor norteamericano terminaba su primera novela. Fue un éxito arrollador.

Yo ya me he leído tres de sus novelas (además de Cartero, Pulp y Mujeres), y creo que las acabaré leyendo todas. Son perfectas para los aeropuertos, aviones, trenes o autobuses. También para la sala de espera del médico o cuando uno se siente espeso y no le apetece empezar ningún libro. Es tan fácil de leer y engancha tanto que es una alternativa más digna que entretenerse con algún mal best seller.

¿Por qué me gusta Charles Bukowski? Imagino que para aliviar la parte miserable y patética que también llevo dentro. 

2 comentarios:

  1. siempre quice leer algo de él y nunca me animé a buscar un libro suyo... ese Cartero (o Mujeres, ya que decís que trata todo de sexo) me parece una buena opción... salu2...

    ResponderEliminar
  2. JLO Seguro que disfrutas de su lectura. Charles Bukowski es un escritor que no deja indiferente a nadie y es imposible aburrirse con sus novelas. Lee algo de él y ya nos cuentas tus impresiones. Un saludo.

    ResponderEliminar